31 de Enero de 2011

Siguen meciéndome la lluvia y el sol con igual intensidad a tiempos distintos.

Visita al psicólogo-oncólogo, la verdad es que la Asociación Española del Cáncer invierte muchos recursos en nosotros.

Sigue sorprendiéndome la vida a pasos de gigante.

Ayer comida improvisada con amigas, éramos cuatro, al final de la comida, en la tertulia, no pude evitar sentir a esas mujeres tan grandes y generosas, entregándose al momento con intensidad. Cuatro corazones palpitando, meciendo la vida, estremeciendo a la misma lluvia.

Lloro en la consulta del psicólogo, porque a veces siento que estoy viviendo una película, un sueño y me emociono ante el amor tan contundente que recibo.

Cuando tienes un padre que se rapa el pelo por solidaridad, cuando tienes una hermana que te escribe una nota expresando su profundo amor, cuando todo es luz, no puedes más que abrazar la vida y sentirte que formas parte de algo mucho más profundo y auténtico.

Nada es lo que parece. Así cada momento en el que puedo respirar y sorber todo lo que sucede, palpito y soy más viva e intrépida.

Ya he tirado las botas viejas, el gesto final ya está hecho. Calzo mis botas nuevas. Nueva tierra. Nuevos horizontes.

Uno mismo es una síntesis de los tiempos vividos, pero sólo cabemos en el aquí y ahora. Los recuerdos son experiencias vividas pero yacen ya en un tiempo que no existe, lo que queda es la esencia. Lo que queda es la construcción, nosotros mismos.

Somos consecuencia de lo que hemos vivido y nuestro presente es futuro, y el futuro será un presente consecuente de lo que ahora vivimos, estamos siempre construyéndonos, nuestra cimentación es la esencia de los tiempos.

Amor y reconexión. Sincerarme conmigo misma ha ido bien, porque aceptar lo que soy es clave en mi florecimiento. Aceptar es mirar mi espejo álmico sin las fronteras que los condicionamientos establecen. Los ojos del alma son los que han de mirar la realidad, en ellos uno puede ver que se hospeda un universo. El Universo y yo somos unidad.

Para cenar mi hermana ha preparado la ensalada y yo he cocinado un poco de seitán, menú vegetariano. Me ha sentado bien. Sigo tomándome la pastilla para proteger mi estómago.

El factor humano día a día crece exponencialmente, su reflejo es amor y más amor, expresado sin tapujos, sin límites. Amor y camino la simbiosis de lo que soy.


Ser como esa planta, que a pesar de las estaciones, de los avatares del camino, crece y se muestra tal cual, ella jamás estará sujeta a condicionantes, sencillamente es y como tal se muestra en esencia. Yo soy esencia. Somos esencia. Ser tal cual somos es honorarnos a nosotros mismos, nuestra construcción.

La enfermedad ha destruido todo aquello que no formaba parte de mí, ahora una construcción se cierne, los cimientos son mi esencia, aquello que pertenece a todos los tiempos.

La gata muy gata dormita en el butacón. Huele a infusión de poleo y menta.

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