16 de febrero de 2012

La claraboya me envuelve en susurros, sabe que pronto dejo de dormir en la buhardilla. Nos echaremos de menos, sobretodo el manto lunar con el que solía abrazarme todas las noches.

Las últimas pruebas han salido bien, ahora queda una nueva revisión para dentro de tres meses.

No somos viajeros ni caminantes, somos camino. Un camino largo, áspero, simple, sutil, lleno de soles y lunas.

El dolor sigue recordándome qué ha pasado, pero es curioso como la vida misma sigue transformándome, ahora se abre una nueva etapa, el cáncer ha sido una experiencia más, yo soy la realidad más hermosa, verdad que duerme y despierta bajo mi piel.

Dos compañeras de viaje han renunciado a sus tratamientos, la metástasis hace estragos, ahora vestidas de valentía y alejadas ya de un tratamiento doloroso, con la conciencia de ser y estar, viven más allá del significado de la palabra vivir.

Vivir es el milagro espiritual, la vida nos da la oportunidad de ser y sentir, sin un mañana, porque el mañana es la ilusión de un tiempo que nunca es presente. El mañana es ausencia, vivir ausencias es morir, vivir sintiendo que todo es ahora es realmente latir.

Despertarse, transformarse, realizarse, llegar a la muerte que nos enfunda la maestría de la vida, esa Ítaca que es nuestra esencia. Somos origen, final y camino, vivimos muriendo, buscando llenarnos de algo impropio y buscando esperamos, pero esa espera es eterna, porque el gran ausente es uno mismo. Somos el grial en donde escanciar nuestra alma, buscar es tener sed, al final tenemos sed de nosotros mismos. Nuestro latido.

Los pasos son las huellas emocionales con las que pisamos nuestra alma, el único suelo firme, pasos de llantos, risas, miedos, pasos llenos de sentimientos con los que tatuar nuestra alma.

Quizás de todo este tiempo, lo más asombroso es que a pesar de lo sucedido, todo está en un tiempo lejano, lo vital lo llevo conmigo, lo vital es lo aprendido, el amor sembrado y recogido, lo vital es ser ya sin ausencias.

Ahora es donde se construye y se encaja, sólo basta entender y sentir el ahora inmenso, inconmensurable, el ahora es una síntesis del todo.

La gata hace unos días que ya no duerme conmigo, se ha independizado, son otros tiempos, ahora es un nuevo tiempo, ahora es el propio destino.

Huele a infusión de albahaca, romero y ruda, huele a ahora.